-Hola. me llamo Elena y soy adicta al scrap.
- Te queremos, Elena.
Hoy tengo que hacer una confesión. Si sé que voy a volver a casa en menos de 8 horas suelo sacar el botiquín scrapero del bolso y reemplazarlo por un libro. Sí , ya sé que parecen muchas horas sin scrapear, pero es que me estoy desintoxicando.... Bueno, también es verdad que muchas veces el libro es sobre scrap, así se me hace menos duro separarme de mi Crop-a-dile.
Que me distraigo.... por dónde iba.... Ah, sí! Eso. Que llevo un libro en el bolso y suelo aprovechar los trayectos en metro para leer un rato. Siempre saco el libro medio a escondidas porque.... Uf! allá va mi confesión: No tengo ningún punto de libro scrapeado.... (sinff, sinff... pasadme un kleenex...) Ya está. Ya lo he dicho.
Lo sé. He hecho muchos puntos de libro, los he regalado, me los han encargado, hasta he dado talleres de puntos de libro... Y aún así no tengo ninguno.
Y allá está mi pobre libro cuando lo saco del bolso, que con mucha suerte tiene un ticket de compra o de metro señalando por dónde voy, o que tengo que pasar y pasar páginas hasta que me acuerdo de por dónde iba, o peor aún, le he doblado furtivamente la esquinita para marcar la página (ahhhh!! dejad de gritarme!!!)
Pero he tomado una decisión y voy a cumplirla. Así que aquí estoy yo, a lo Scrapata O'hara un con cielo enrojecido de tintas distress a mis espaldas y mi Glossy Accents en mano, haciendo mi juramento:
A Tim Holtz pongo por testigo. A tim Holtz pongo por testigo de que no lograrán aplacarme. Scrapearé por encima de todo esto y cuando haya terminado nunca volveré a saber lo que es perderme en la lectura ¡No! Ni yo, ni ninguno de los míos. Aunque tenga que estampar, que hacer embossing o troquelar ¡A Tim Holtz pongo por testigo de que jamás me faltará un punto de libro scrapeado!