Para hacer las flores he empleado la misma técnica que en mis flores de revista pero poniendo siete capas en lugar de tres para conseguir más volumen.
El papel que he utilizado es todo reciclado de bolsas comerciales de papel y viejas fotocopias de partituras que tenía por casa. En el centro he puesto un brad pequeño de un color parecido a la flor para mantener las capas juntas. Esta vez no he utilizado pegamento.
Para terminar las flores he entintado los bordes con tinta distress y las he rociado con glimmer mist para darles brillo. Las hojas están hechas de restos de cartulina verde, dibujadas a mano y recortadas con unas tijeras en zigzag.
Para la parte posterior he troquelado una galleta con otros restos de cartulina para que también tengan un buen acabado, ¡tienen que viajar muchos kilómetros!
Yo voy a enviar nueve flores y voy a recibir otras nueve a cambio. Me hace mucha ilusión recibir flores hechas a mano desde tan lejos, ¡cuando me lleguen os las enseño!